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El blog de Goldhands

Jim Beam

Jim se apartó para tener una visión más global de cómo habían quedado las ataduras de piernas y brazos.

Se veía un buen trabajo. Aquel asqueroso ser obeso se quedaría sentado en la silla sin posibilidad de moverse pasara lo que pasara...

El tipo no parecía enterarse demasiado de lo que estaba ocurriendo. La sangre seguía manando de su frente tras recibir el impacto de la barra de hierro con la que lo había dejado sin sentido.

Esa puta bola de sebo..... debería haberle dado más fuerte, pero no quería que se perdiera detalle de lo que iba a ocurrir...

Oyó los sollozos del hombre que empezaba a recuperar la consciencia lentamente, aunque no debía ver gran cosa con los ojos llenos de aquella seangre que empezaba a secarse cambiando de color.

Sacó un cuchillo que más parecía un machete para abrirse paso por la selva que la herramienta de un marinero, pero era su cuchillo preferido y no lo iba a cambiar simplemente porque se viera un poco ostentoso. Se acercó al lloriqueante afortunado que iba a recibir sus atenciones e insertando la punta de la descomunal navaja entre el cuello de la camisa y la piel hinchada por la grasa que se acumulaba por todo su cuerpo, le dejó la camisa completamente abierta con un movimiento ràpido de su brazo. Tiró fuerte de la camisa con la otra mano y le limpió la sangre de la cara con ella antes de arrojarla lejos...

Al ver la imagen del brazo de Jim con la navaja, los sollozos se convirtieron en gritos de rabia e insultos, que disimulaban un terror creciente, un terror proporcional a a forma en que los ojos parecían estar a punto de salirse de sus órbitas.

Jim sonrió. Todo estaba justo donde él quería...

Con gran precisión, usando el cuchillo a modo de bisturí, cortó unos centímetros de piel, grasa y lo que pudiera parecer músculo justo encima del ombligo deformado de aquel tipo. Retiró el cuchillo para dejarlo en el suelo, esperó unos segundos a que saliera la mayor parte de la sangre y metiendo sus dedos en el orificio tiró de ambos lados con fuerza para hacerlo más grande.

El grito de dolor fue espantoso... Jim se retiró para dejar salir aún mas sangre y segundos después el grito seguía en el aire...

Ya no había insultos, ya sólo quedaba el dolor y el pánico.

Aquel tipo estaba medio inconsciente. Jim le sacudió y le dio unas palmaditas en la cara para que espavilara, siempre con una sonrisa...

Metó cuidadosamente su mano por la herida sangrante, y sacó con mucho cuidado un trozo de intestino. Tiró de él lentamente hasta desenrollarlo entero. Lo posó en el suelo.

La víctima no dejaba de gritar...

Jim se colocó de espaldas a él mietras el movimiento de sus brazos y hombros indicaba que estaba manipulando de alguna manera las vísceras del moribundo...

-"Voilá!" -exclamó Jim contento.

Se giró y le mostró al gordo lo que tenía en la mano... Había anudado los intestinos de mil formas distintas entre si, convirtiendolos en una amalgama viscosa de vísceras y sangre que volvió a colocar en el orificio del que habían salido.

-"Y ahora dígame, patrón... quien es el que no sabe hacer nudos?"

 

4 comentarios

Inagotable -

Qué violento que es usted xDQué violento que es usted xD

goldhands -

Inagotable-> me está llamando lagiador? No querrá que le ate a una silla, verdad? ¬¬

Jake-> Unas y porque me las compraron de pequeño...

Inagotable -

Jojojo, que recuerdos de Dexter que me has traído.

¿Por qué tiene nombre de whisky?

Jake -

¿Eras de los que usaban zapatillas de velcro?